En cualquier equipo, la comunicación es el pilar de la colaboración efectiva. Sin embargo, no todos se comunican de la misma manera o no todos comunican asi lo crean.. Algunas personas prefieren un enfoque directo y orientado a resultados, mientras que otras se inclinan hacia una comunicación más relacional y empática. Estos estilos contradictorios pueden generar malentendidos, tensiones y, en el peor de los casos, conflictos dentro del equipo.
Entonces, ¿cómo se puede cerrar la brecha entre estos estilos de comunicación y fomentar un entorno colaborativo y armónico? Aquí te entrego cinco estrategias clave para gestionar esta diversidad:
1. Identifica los estilos de comunicación.
El primer paso para resolver cualquier discrepancia es entenderla. Realiza una evaluación de los estilos de comunicación de los miembros de tu equipo. Herramientas como el modelo DISC, la prueba de Myers-Briggs (MBTI) o simples encuestas internas pueden ayudarte a identificar si alguien tiende a ser más analítico, directivo, relacional o reflexivo.
Con esta información, podrás anticiparte a posibles conflictos y adaptar tu enfoque según las necesidades de cada persona.
2. Promueve la empatía y el entendimiento mutuo
Una vez identificados los estilos de comunicación, organiza talleres o sesiones de equipo que fomenten la empatía. Ayuda a los miembros del equipo a ponerse en el lugar del otro y a comprender cómo sus compañeros prefieren recibir información.
Por ejemplo, alguien que prefiere un enfoque directo podría frustrarse con explicaciones largas, mientras que quien valora los detalles podría sentirse ignorado con mensajes breves. Enseñar esta dinámica ayuda a prevenir malentendidos.
3. Establece normas claras de comunicación
Una forma efectiva de cerrar la brecha entre diferentes estilos es establecer normas comunes. Define cómo y cuándo se espera que los miembros del equipo se comuniquen. Por ejemplo:
Utilizar correos electrónicos para temas complejos.
Usar chats o reuniones breves para actualizaciones rápidas.
Agendar reuniones regulares para tratar temas estratégicos.
Estas reglas ofrecen una estructura que nivela el terreno para todos y minimiza fricciones.
4. Aprovecha la tecnología
Las herramientas tecnológicas pueden ser aliadas poderosas para gestionar estilos diversos. Plataformas como Slack, Microsoft Teams o Trello permiten que los miembros del equipo se comuniquen de diferentes maneras según sus preferencias.
Un miembro más visual puede beneficiarse de diagramas en lugar de textos largos, mientras que otros podrían preferir mensajes detallados en un hilo de conversación. La flexibilidad que ofrecen estas plataformas puede ser la clave para alinear a todos.
Como líder, tu estilo de comunicación marcará la pauta. Muestra flexibilidad y disposición para adaptarte a los diferentes estilos en tu equipo. Sé claro, escucha activamente y ajusta tu enfoque según la situación.
Por ejemplo, si estás tratando con alguien que prefiere mensajes rápidos y directos, ve al grano. Si trabajas con alguien más detallista, da contexto y responde preguntas con paciencia.
Tu ejemplo creará una cultura de comunicación abierta y adaptativa.
Enfrentar estilos de comunicación contradictorios puede parecer un desafío, pero también es una oportunidad para fortalecer la cohesión del equipo. Al identificar las diferencias, fomentar la empatía, establecer reglas claras y aprovechar las herramientas disponibles, puedes transformar la diversidad comunicativa en un activo para la organización.
Recuerda: la comunicación no es solo lo que se dice, sino cómo se recibe. Cerrar estas brechas hará que tu equipo no solo se entienda mejor, sino que también logre resultados extraordinarios.
Hugo Rojas / Comunicador / Coach con PNL
Autor.
www.facebook.com/hrojasmeza
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